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Formación de los Supernumerarios

Hijas e hijos míos Supernumerarios, la formación que os da el Opus Dei es flexible: se adapta, como el guante a la mano, a vuestra situación personal y social. Debéis ser muy claros, en la dirección espiritual, para exponer las circunstancias concretas del trabajo, de la familia, de las obligaciones sociales, porque, siendo en nosotros único el espíritu y únicos los medios ascéticos, se pueden y se deben hacer realidad en cada caso sin rigideces.

Hablad sinceramente con vuestros Directores, para que nunca se turbe la libertad y la paz de vuestro espíritu ante dificultades que encontréis –muchas veces imaginarias–, que tienen siempre solución. Tened en cuenta que la formación espiritual, que recibimos, es opuesta a la complicación, al escrúpulo, a la cohibición interior: el espíritu de la Obra nos da libertad de espíritu, simplifica nuestra vida, evita que seamos retorcidos, enmarañados; hace que nos olvidemos de nosotros mismos, y que nos preocupemos generosamente de los demás.

Para recibir la formación, solo excepcionalmente debéis ir por las casas, en las que hacen vida de familia los socios Numerarios: es más discreto que veáis a los Directores y Celadores en vuestros lugares de trabajo, en vuestras casas, en la calle, que es el lugar donde el Señor nos ha llamado. Y, para recibir la formación colectiva, no resulta indiscreto ir a la sede de alguna de nuestras obras corporativas, que tienen las puertas y las ventanas de par en par, porque están abiertas a todas las almas.

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